La participación anual de las mujeres en el rubro constructivo representa el 15%.
A 4200 msnm, en el gélido distrito de Pilpicha (Huaytará – Huancavelica), Milagros ha encontrado la calidez en sus pobladores. Junto a unos guantes de lana de oveja, gorra, chalina y orejeras; se prepara para salir a supervisar su obra, la construcción de 72 viviendas bioclimáticas “Sumaq Wasi”.
Milagros Merino Troncoso es egresada de la carrera de Gestión de la Construcción del Instituto Continental. Con apenas 22 años ya dirige una obra civil y tiene 46 trabajadores a su cargo. Es la única mujer que labora en el proyecto de Huaytará, ‘Programa de casas rurales abrigadoras del Ministerio de Vivienda’.
“Las construcciones siempre han sido mi mundo, desde pequeña me llamaba la atención la arquitectura barroca y renacentista”, relata. Además, Milagros destaca la importancia de este sector en el desarrollo del país y de conectar lugares lejanos uniendo culturas a través de carreteras. Por eso, agrega, también quiere convertirse en ingeniera civil.
Rompiendo paradigmas
Según el último informe presentado hace dos años por el Ministerio de Trabajo, la participación anual de la mujer en el rubro de la construcción es del 15%. La brecha de géneros aún es preocupante, sin embargo, personajes como Milagros, nos demuestran que cuando te apasiona lo que haces, no existirá quien limite tus sueños.
Al llegar a la obra, Merino Troncoso se convierte en una más de los trabajadores. Inmediatamente empieza la transformación, casco de protección, botas para caminar más cómoda en el barro, calculadoras, winchas y reglas, se convierten en sus aliadas. Hay que batallar no sólo con el COVID- 19, también con la dificultad para respirar a la altura en que se encuentra trabajando y lidiar contra aquellos que aún no creen que ‘una mujer’, sea su jefa de obras
Haciendo realidad sueños ajenos
Faltan dos meses para que termine la obra, pocas semanas para cambiar la vida de las familias de Pilpicha y Milagros se ha convertido en parte de este cambio positivo. Ser asistente de supervisión de este proyecto, le traerá no sólo satisfacciones profesionales, la mejor recompensa es ver día a día la sonrisa en el rostro de los trabajadores, que en su mayoría son los mismos pobladores.
‘Sumaq wasi’ significa ‘casa bonita’ y destaca en ellas el diseño bioclimático. Sus estructuras reforzadas con polietileno, permiten un efecto abrigador, además de convertirse en acústicas, muy pertinentes para estas viviendas que quedarán cerca de la carretera.
Asimismo, contarán con techos especiales, los cuales captan el calor durante el día y mantienen el abrigo por las noches. La calidad de vida de las 72 familias beneficiarias cambiará dentro de poco, y en Continental nos sentimos orgullosos de que una de nuestras egresadas sea parte de este cambio.