A las 10 de la mañana, sonaron las alarmas señalando el inicio de la actividad y miles de estudiantes, acompañados de sus docentes, interrumpieron sus labores académicas para abandonar sus aulas y refugiarse en los lugares debidamente señalados.
Lo mismo ocurrió con el personal administrativo y de servicio, colaborando en todo momento con la realización del simulacro. Tanto en la universidad como en el instituto, hubo heridos que fueron atendidos oportunamente por el Centro Asistencial de Salud, encabezado por la doctora Giovanna Pahuara. Provistos de primeros auxilios, el equipo pudo evacuar a estudiantes que resultaron dañados por el «sismo».
El simulacro no sólo sirvió para crear conciencia sobre este tipo de desastres en la comunidad educativa, sino que se pudo identificar situaciones y zonas de riesgo por las autoridades y que serán mejoradas próximamente.