«Este es un horno ecológico que permite cocinar los alimentos en menos tiempo y reutilizar la energía para sancochar, freír e incluso esterilizar utensilios», explicó el grupo autor. Destacó que este aparato –del tamaño de una cocina– funcionaría con gas, evitando agentes químicos que producen los hornos convencionales, y por ende la contaminación.
Café con piernas, una cafetería en la que atienden señoritas en minifalda; Gelatina de cuy, dulce que se base en la tradicional gelatina de pata, y Ketchup de alcachofa, salsa nutritiva con el mismo sabor de la salsa de tomate, fueron también proyectos presentados en la exposición. «Durante el curso se identificó, formuló y evaluó cada uno de los proyectos de investigación gastronómica, luego se complementó con módulos de acuerdo a las especialidades de los participantes», informó el docente encargado, Franklin Cuba. Dijo que en esta oportunidad contó con grupos multidisciplinarios que albergó egresados de contabilidad y diseño.