Algunos de los más exitosos inventos nacieron del error, la casualidad y el fracaso. Tal es el caso de la curita, el paracaídas y el horno microondas. Por eso, es importante perder al miedo a equivocarnos. Con esas palabras Javier Zapata, director gerente de la editorial Malabares, resaltó que el proceso para generar ideas creativas no siempre es exitoso.
Las ideas absurdas y aquellas que parecen tontas, al final pueden encontrar utilidad lucrativa, fue la conclusión del evento que destacó que una idea creativa no es más ni menos que una nueva combinación de viejos elementos. «Para definir mejor la idea se puede utilizar la matriz morfológica, que consiste en crear una lista de variables y atributos del objeto para ver cuál de las opciones resultar mejor y más atractiva», subrayó el ponente.
Dijo que «se necesita una persona, una idea y un producto en este proceso. Lo más importante aquí es la persona, puesto que pueden existir una buena idea pero sin alguien que la desarrolle no sirve de nada» y agregó que «un genio es 1% inspiración y 99% transpiración», refiriéndose al arduo trabajo que requiere concretar una idea. Estas ideas fueron vertidas en el taller Creatividad, Innovación y Emprendimiento, que formó parte de la II Jornada de Innovación en Gestión y Tecnología, organizada por el Instituto Continental.