Cada vez más las personas y empresas piden crédito en el Perú. Esto significa que hay más ingresos, puesto que si una persona accede a un préstamo quiere decir que tiene la capacidad de pagarlo. Sin embargo, para que el crecimiento económico que atraviesa el país sea sostenible, es fundamental que los intermediarios exploren nuevos terrenos, como la inclusión.
Jaime Molina Vilchez, experto en administración estratégica de empresas, participó de la III Jornada de Innovación y Gestión en Tecnología, que organizó el Instituto Continental, con el tema Inclusión Financiera. Durante su exposición, el jefe de proyectos PYME del BCP, detalló los obstáculos que tiene la bancarización para seguir creciendo en nuestro país.
«Primero debemos entender que bancarización e intermediación son conceptos diferentes. El primer se refiere al uso de los servicios financieros que permite canalizar de manera adecuada el ahorro, mide la relación entre los depósitos y el Producto Bruto Interno (PBI); mientras que, el segundo se refiere a las financieras, de todo tipo, y mide la relación créditos y PBI», explicó.
Dijo que, en el Perú, las dificultades que impiden ampliar los índices de bancarización (que en la actualidad llegan al 30%) son la existencia de pobreza e informalidad, pues ambas generan incertidumbre de ingresos y ausencia de mecanismos de cobertura de riesgos, sobre todo en niveles de actividad media en áreas rurales. Otras barreras son la ausencia o incapacidad para demostrar la existencia de garantía y altos costos de transacción para demandantes y ofertantes, además de la dispersión espacial de la población que hace más costosos los servicios financieros.
«El desarrollo económico está sostenido por la fórmula: Ahorro = Inversión. En la medida que los intermediarios sepan administrar el dinero generarán más confianza. De allí que tener sistemas financieros sólidos y eficientes es beneficioso. El reto de los intermediarios financieros es la inclusión, tener amplía evidencia de la relación entre el tamaño, estabilidad y diversidad del sistema financiero y el crecimiento y desarrollo económico (y viceversa). Cuánto más grande sea, más diverso y menos volatilidad tenga, hay mayores oportunidades de desarrollo», finalizó.