En el año 2009 terminó la carrera de Gastronomía y Arte Culinario en el Instituto Continental y tenía muy en claro lo que quería hacer: trabajar en la capital y ser parte de un restaurant de lujo. A sus 26 años lo ha logrado ¿Cómo? «No fue fácil en realidad, algunos de mis compañeros viajaban a Lima para probar suerte. A la mayoría los tratan mal, no les hacen simplemente. Yo sabía que me arriesgaba pero no me rendí. Un día, caminando por Miraflores, encontré el restaurant de Micha. Yo lo había visto en televisión junto a Gastón Acurio y sabía de su trabajo. No podía entrar y pretender ser la chef así nomás», cuenta Vanesa.
Luego de algunos intentos, la joven huancaína consiguió un puesto en Maido. Por un tiempo se dedicó a lavar copas y solo quedaba tener paciencia, mucha paciencia. Mientras hacía su trabajo, no desaprovechó ningún momento para observar a los especialistas de la cocina. Los demás miembros del equipo se sorprendieron al notar que la chica «lavacopas» no era alguien más. Solo era cuestión de tiempo para que Vanesa aprenda los secretos del lugar y pueda asistir a la pastelera principal.
«Es como un sueño trabajar en el restaurant, el ambiente es muy distinto y el nivel muy alto. Una cena para dos personas cuesta un promedio de 300 soles», cuenta emocionada Vanesa. «Un egresado del Instituto Continental está al nivel de un egresado en Lima, sin exagerar, es muy cierto. Lo único que se debe tener es mucha paciencia y no rendirse nunca».