Huancayo es la ciudad más feliz del Perú. Esa es la afirmación y el resultado de la investigación realizada por Jorge Yamamoto, consultor e investigador social de bienestar subjetivo. Él estuvo este 21 de octubre en Huancayo para participar de la V Jornada de innovación en gestión, diseño y tecnología del Instituto Continental y compartió parte de su experiencia y resultados de esta investigación que ha llenado de orgullo a la población del valle del Mantaro.
“Los huancaínos tienen otro sentido de la envidia. Cuando ven que otro progresa, se motiva para igualarlo o superarse. Eso es algo muy positivo. Además, tenemos el tema de la autoestima, no se avergüenza de sus orígenes y sigue sus tradiciones”, señaló Yamamoto y agregó que si bien Huancayo es la ciudad con mejores indicadores, no quiere decir que sea una ciudad perfecta.
En el Perú es muy común y hasta tiene cierta aceptación que no se respete las normas y este sería un factor que disminuye los niveles de felicidad. “Hemos estado investigando y, en donde hay un buen cumplimiento de la norma, la gente es más feliz y más productiva. En nuestro país, transgredir la norma es algo que se ve como heroico. Si alguien coimea, lo ve como un logro. Esto hay que revertirlo, es básico para la adecuada convivencia”, mencionó.
En su exposición, el especialista también mencionó la forma de vida de la zona rural. “En la comunidad campesina pasa algo maravilloso. Si alguien tiene dinero, sigue con su pantalón roto porque piensa en los demás, por no hacer sentir mal ni menos al otro; en cambio, en la zona urbana, las personas se endeudan y sí buscan hacer sentir menos al otro, se ha llegado a buscar la aceptación por cosas materiales. Eso hace que la persona tenga más estrés y menos tiempo para dedicarle a los amigos”.
Finalmente, Jorge Yamamoto habló de la importancia de la felicidad en la vida diaria y el trabajo. “Es una consecuencia de una serie de ventajas. La gente más feliz es más productiva; la productividad aumenta por lo menos un 10 %, los errores se reducen, se reduce el conflicto social. Si hay una persona que trabaja y no descuida la familia su nivel de satisfacción y felicidad es más alto”, enfatizó.