Romper paradigmas siendo multidisciplinarios es una condición a la que todo diseñador de modas, que quiere conseguir el éxito, debe aspirar. Aprender de antropología, psicología, sociología, neurociencia, neuromarketing –entre otras ciencias– es, hoy, fundamental para abarcar mercados más amplios. Esa fue una de las conclusiones del I Seminario de Diseño de Modas, realizado por el Instituto Continental, que además de tocar la evolución del vestido en el Valle del Mantaro y en el país en general, habló de exportación y marketing.
“Tenemos que reinventarnos. Las tecnologías, así como otras ciencias, harán que los mercados sean más dinámicos y habrá que actuar rápido. El Perú está viviendo coyunturalmente el boom exportador con efectos positivos en la economía en su conjunto, y promete continuar en los próximos meses y probablemente algunos años más, dadas las tendencias de la economía mundial”, apuntó Abel Vargas, gestor de negocios que participó con el tema “Exportando nuestra moda”. Resaltó que conocer otras materias permitirá al diseñador, conocer los intereses de sus clientes, entenderlos y ampliar cartera.
“El neuromarketing, por ejemplo, es la combinación entre las técnicas de la neurociencia con la mercadotecnia, que permiten descubrir cómo la publicidad afecta el cerebro de la persona y, con esto, llegar a predecir la conducta de éste. Es una tendencia nueva que, sin duda, ayudará a las empresas y diseñadores independientes, a aprovechar al máximo los recursos publicitarios y de mercadeo con miras a obtener mejores resultados en la comercialización de sus productos”, afirmó el especialista.
HISTORIA. Luisa Cárdenas Soriano, promotora cultural de la región, abarcó la evolución de la indumentaria del valle del Mantaro. Explicó que en la época pre hispánica, las mujeres del valle del Mantaro utilizaban anacos (mantas que se utilizaban para cubrir la cabeza), Pullukata (lliclla) y faldas muy largas. Mientras que los hombres solían usar túnicas negras y vinchas que identificaban el ayllu de dónde eran. Más tarde, se incorporaron las polleras y sombreros. “Hoy, la falda superior de color oscuro, polleras con bordado, fustán blanco, fajas (en Huancayo), sombrero de lana para la zona rural y de paja para la urbana, lliclla bordada o impresa, y zapatos negros para las mujeres son características del vestido. Para los hombres, los pantalones cortos, de preferencia negros, camisa blanca de manga larga, sombrero de lana o paño, poncho de nogal y zapatos negros”, explica.
Finalmente, Josefina del Pilar, licenciada en educación con más de 20 años de experiencia en escuelas de moda, habló sobre el vestido en el Perú en la época de la colonia. Destacó que el uso del “watado” o “tye die”, “pachtwork”, “gasas”, “muselina”, “encaje a bolillos” y arte plumario” como técnicas para el diseño, fue una práctica común a lo largo de nuestra historia. “Ello, gracias a la influencia que recibimos de otras cultura como la española. Hoy, éstas mismas técnicas se aplican de una forma más evolucionada. Sin embargo, algunas de las tendencias pasadas sirven de inspiración para nuestra época y se tienen grandes resultados”, apuntó.